miércoles, 1 de febrero de 2012

Primer día de clases



MIEDOSOS APUÑANDO LÁPICES Y CUADERNOS
(Leonel Rugama 1949 - 1979)

El primer día que llegué a la escuela
llegué bañado
con ciertas ganas de llorar.

Viendo lentamente para todos lados,
arrecostándome en postes y paredes,
Ese día no jugué
al cero
o pegue
o lepra
o coco
menos que jugara arriba la pelota.
 
Me quedaba con la boca abierta
viendo a los niños viejos correr por todas partes
ensuciaban su ropa
molestaban a los niños
y se agachaban a la paja
con la cara llena de sudor
a beber cansadamente
ponían la mano bajo el chorro.
 
La campana tocó.
Los niños viejos corrieron y abrieron el chorro de la paja.
Los niños nuevos no sabíamos qué hacer
estábamos limpitos, bien peinados,
miedosos, apuñando lápices y cuadernos
y se armó un alboroto
dos niños viejos se agarraron.

Uno tenía la camisa amarilla
con manchas de sangre de narices.
El maestro llegó repartiendo coscorrones,
pegó un grito
y todos formamos filas.

Llamó a los niños más grandes
para que izaran la bandera
El maestro
las maestras
y los niños viejos
cantaron el himno.

Los niños nuevos estuvimos callados:
sólo sabíamos persignarnos.
El maestro habló sobre
la batalla de San Jacinto
o la Independencia
o el descubrimiento de América
o Máximo Jerez.

Cuando pasamos al grado
los niños viejos nos empujaban.
A la salida hubo muchos pleitos
de niños viejos y niños nuevos
ningún pleito terminaba
porque pasaban señores
que en vez de ver el pleito
separaban a los niños
preguntádoles si eran perros
o cualquier bicho feo.

Varios años después pasé
a ser niño viejo.
Molestaba y me burlaba de los niños nuevos.
Algunos lloraban y prometían
acusarme con su mamá
y también dejaba caer el lápiz
o el cuaderno
para verle las piernas a la maestra

(La maestra leía los ríos de Guatemala
o explicaba la división entre tres cifras)
Unos contaban que le habían visto
el calzón y hasta los pelos.
Todos amábamos a la maestra
pero la maestra se casó con un señor.

 Leonel Rugama 1969