miércoles, 28 de abril de 2010

Managua: El paso por los hoteles culturales

Son chiquitos, pero acogedores. Además, son verdes, pues echan mano de la luz solar en algunos casos y asumen prácticas de reciclaje.


Amparo Aguilera,
El Nuevo Diario

Managua, aunque es una capital desordenada, da para mucho. En el último año una de las ofertas más novedosas son los hoteles culturales y verdes, que recogen un pedacito de la cultura popular. Aptos para el turista que se encasilla en lo histórico y ambiental. Incluso para el que viene a hacer negocios al territorio.

Una muestra de eso es el nuevo Hotel Güegüense. Buscan promover la tradición local. El Güegüense somos nosotros y eso queremos resaltarlo, además, hay que recordar que (en 2005) fue declarado Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad, y eso se tiene que dar a conocer. Es, entonces, como una casa cultural.

De entrada, el hotel --ubicado en las cercanías de la Estatua de Montoya- muestra en su lobby murales que revelan paisajes de toda Nicaragua. Las 16 habitaciones no se nombran por números, sino por los departamentos locales, de modo que cada una tiene un motivo de cada zona del interior del país con su kilometraje a mano.

Así, el huésped tiene la oportunidad de dormir en León, en Granada, en Rivas o bien en Nueva Segovia o en el Caribe, apreciando, de paso, refranes locales, e iluminándose con candiles modernos que carecen de mecha.

La comida y la bebida del hotel son típicas. Allí destacan el gallo pinto, los buñuelos, la chicha, el pinolillo y el pinol, entre otros. Aunque está la opción de alimentos extranjeros pero bastante sencillos. Todo lo reciclan.

Para turista de negocios
Otro hotel que sobresale es el Hotel Mozonte, ubicado en Bolonia. Éste lleva su nombre en alusión al municipio más pintoresco de Nueva Segovia, por su artesanía de barro, donde aún habita una comunidad indígena.

Se define como un hotel pequeño, “artesanal”, de 16 habitaciones, pero con todos los servicios tecnológicos.

Es amigable con el ambiente: los aires acondicionados están a una temperatura de 24 a 26 grados, el cambio de sábanas tratamos de no hacerlo a diario si el cliente lo aprueba, y utilizamos químicos en una proporción mínima. dice el gerente.

Hotel Aloha, (“hola” en hawaiano), se suma a lista. Este hotel tiene como símbolo la piña, propia de sitios como Ticuantepe y La Concepción. Ésta es, además, considerada como un distintivo de bienvenida, según sus empleados.

Aloha apunta a la familia y al turista de negocios. Hace hincapié en el cuido ambiental. Una de sus ventajas es que está ubicado por la nueva zona viva de Managua.

Se agrega el Hotel Downtown, situado en el “centro” de la ciudad. Se destaca, sobre todo, como hotel verde. Su propietaria explica que cuenta con ocho habitaciones iluminadas con bujías y ojos de buey ahorrativas.

Los grifos del agua también son especiales porque no desperdiciamos el vital líquido. Incluso los televisores son ahorrativos y los techos de los baños son iluminados con luz solar, indicando que también reciclan la basura y promueven los sitios culturales de la ciudad.

Eso lo hacemos siempre porque la mayoría de nuestros clientes son nicaragüenses que tienen más de 20 años de no radicar en el país y se dedican a los negocios, enfatiza.

Tour por la ciudad
Los hoteles descritos también orientan a los turistas sobre los tour que pueden tomar en la capital. Algunos como Downtown y Aloha hasta les organizan itinerarios en los principales mercados y ciudades cercanas a Managua, como Granada, Masaya y Catarina.

Otros, como Mozonte y Güegüense, los ponen en contacto con tour operadoras y guías turísticos para recorrer zonas de interés.

Los costos

Precio por habitación: Entre 50 y 85 dólares*

*Incluye desayuno y acceso a varios servicios como internet. En algunos hay tarifas especiales.

A quién contactar
Hotel Güegüense:    Silvia Marín:     83806414 -22680407
Hotel Mozonte:       Ligia Alvarado:  22660686
Hotel Downtown:   Carla Miranda:   88102414,
Hotel Aloha:           Norelis Cuadra:  22770251

Deportes: Respaldo asegurado

Por Martín Ruiz
El Nuevo Diario - 28/04/2010

Presidente Ortega premia a atletas medallistas
Al comprobar los resultados obtenidos por los atletas en los pasados Juegos Centroamericanos en Panamá, en que se superaron dificultades para lograr las metas propuestas, el presidente de la República, Daniel Ortega, se comprometió a seguir apoyando el deporte nacional.

Anoche, el mandatario recibió y premió a los atletas que obtuvieron medallas en los Juegos, asegurándoles que por las victorias alcanzadas, las 144 medallas, de las cuales 23 fueron de oro, “nos comprometemos a seguir brindando todo el apoyo que esté a nuestro alcance, y lo que no está, buscaremos la forma de garantizarla con los países hermanos, buscando recursos en el ALBA”.

Al igual que el presidente del CON, Emmett Lang, el presidente Ortega recordó cómo se apoyó al deporte entre 1979 y 1990, preparando tanto a los atletas como a entrenadores en países socialistas y los grandes resultados que se tuvieron, que se espera repetir, siempre que se trabaje en conjunto y se le dé la verdadera importancia a la Ley del Deporte.

Los ganadores de medalla de oro fueron premiados con una computadora portátil con su respectiva impresora, y a los de plata y bronce se les premió con cámaras digitales.

martes, 20 de abril de 2010

El grito del bolo

La historia de una polca

Don Adán Hernández, es uno de los autores anónimos de nuestra música tradicional. Campesino y músico por afición desde niño, a los catorce años, con su primer violín comprado, compuso la famosa polka “El Grito del Bolo”, uno de los más importantes temas de la música norteña y la preferida de los grupos de danza folklórica.

Don Adán habla así de su afición por la música: “A mí siempre me ha gustado la música, pero mi actividad principal ha sido la agricultura. Antes, el asunto de la música en el campo era lo que alegraba la vida, lo que bailaba la gente, porque no había radios ni grabadoras.

Con dos guitarras, un violín y un acordeón, se oía y se miraba muy alegre y se bailaba toda una noche. Había música en algunas velas, sobre todo cuando moría un chavalo, en bodas, en bautizos... Bastante gente aprendía a tocar un instrumento.

Yo empecé a tocar el violín de los 13 años para adelante, solo, al puro oído, porque no había quien me enseñara. Como yo era encantado a eso mi primer violín me lo hice yo, con unas cuerdas y un palo hueco, luego ya compré uno.

A los 14 años yo inventé una musiquita que me gustó. Al principio no le puse nombre pero cuando llegaba a una fiesta y ya estaban todos picados o bolos, sólo me decían: -Tóquese la musiquita aquella.

Hasta que un día, como sólo esa canción me pedían ya tomados, yo les dije: -Con perdón de ustedes, yo esa musiquita le voy a poner El Grito del Bolo, porque sólo eso me piden cuando están más alegres.

De ahí la tonada pasó a los Gámez, a los Urrutia, a Los Soñadores de Saraguasca, y a todo el país...” Don Adán hoy sigue tocando con una nieta suya y todos los domingos no falta con su violín en la iglesia de la comarca donde vive. Si usted lo quiere conocer lo encuentra en la comarca San Nicolás, un lugar muy hermoso en la carretera que va de Achuapa a Estelí.

El Jenízaro


Los maderos no miran diferencia entre el jenízaro y el guanacaste. Dicen que son casi la misma cosa, el jenízaro es un poco más pesado pero casi se confunden. Bueno, un carpintero no los confunde. Un carpintero Tucuantepeño, nos dice: Mire, hermano, para nosotros los carpinteros, el guanacaste y el jenízaro son tan diferentes, como la cola y la cabeza de un gato. El guanacaste recién aserrado tira un tufo feo y el aserrín puede afectar la piel. El jenízaro no es tan desagradable.

Ahí mismito, comienza la diferencia. Yo, como buen carpintero sólo uso madera seca. El guanacaste es incomodo de secar a veces se te raja todito. Mira, una tabla de guanacaste ya seca te la llevás tranquilito en una mano. Pero una tabla igualita de jenízaro, la tenés que agarrar con las dos manos. Es que le pesa el cuchumbo. Y cuando las trabajás, ahí sentís la diferencia entre uno y otro.

El guanacaste tiene fibra encontrada y sus colores son más escandalosos de café oscuro, casi negros, hasta blanco con un jaspe bien marcado. El jenízaro es más parejo tiene un jaspe fino y sus colores más rosados son menos escandalosos. Y si los metés a la cepilladura o a la canteadora, el guanacaste levanta pelo y no queda terso.

Cuando metés el jenízaro, al motorcito te grita: “… suave, suavecito loco…” y las virutas salen cortitas y quebradas, pero queda liso terso. Lo que no aguanta ninguno de los dos, es el contacto directo con la tierra. Se pudren muy fácilmente, si no están bien curados.

Parece, que son un plato especial para el comején, polilla, hongos y la hormiga negra. Pero en dos cosas son igualitos: los dos aguantan por igual el contacto con el agua. Pareciera que le encanta estar flotando en el agua. Por eso se usan mucho en las construcciones de barcos, picantes y cayucos. Para mí, dice el carpintero, el genízaro es una madera superior, más estable y más dura. Así, lo miro yo, opina el carpintero de Ticuantepe, ¿Y usted amigo, cómo lo mira?

Aquí colgaron al Nagrandano

En Nagarote hay un parque bonito, que es conocido como el del jenízaro. Ahí está el monumento de gratitud al presidente Zelaya, por haber terminado el ferrocarril. Con un tronco que ya va por las 4 varas y unas ramitas de 2 varas de diámetro se le nota su edad.

Ese árbol ha visto pasa toda la historia del país. En esas ramas, los españoles, colgaron al cacique Nagrandano, por oponerse a la colonia y luchar por los derechos de su pueblo. Nagrandano en lengua nahualt significa “Camino Largo”. Ejecutaron al Nagrandano, para poder fundar el Nagarote español alrededor del jenízaro y del río Santiago. Los españoles tenían algo que se llamaba la diligencia. Las diligencias eran carretas de caballos y sus dueños, se reunían bajo jenízaro para arreglar los negocios de la zona. Era un lugar de negocios, pues.

Allí los de occidente del país cambiaban maíz con los de Rivas, o sea con los del sur, que producían el fríjol y el cacao. Aquí los indios vendían tiestos de barro y las bellas joyas trabajadas en oro. El jenízaro siempre fue el centro de la vida en Nagarote. Hasta las guerras pasaron encima de él.

Ese palo, es conocedor de la historia, no sólo la de Nagarote. Conoce la historia de Nicaragua entera. En 1952 se formo el grupo que se preocupa de cuidar y mantener el jenízaro. En 1964 se logró que el jenízaro lo declararan monumento nacional. Es que, con el tiempo el parque del jenízaro se volvió como un punto turístico para Nagarote. Vinieron gentillales, de gente de afuera, sólo para visitar el árbol, que tal vez, es el más viejo del país.

Así, el jenízaro como atracción turística no deja de atraer rialitos para Nagarote. A pesar de todo, ni los gobiernos ni los alcaldes nunca se preocuparon por nada. El huracán le quebró su corona. El animalero que tiene, se lo está comiendo por completo. Tiene todo, comejenes, hormigas negras y avispas. Además le pegaron unos cables eléctricos como si fuera un poste de luz, así lo están sacando poco a poco. Y para colmo, le pusieron unos juguetes infantiles debajo del jenízaro nuevo, que está rebotando de las mismas raíces del árbol viejo.

Pedro Selva, gloria del beisbol nicaragüense (1944 - 1998)

Casi cinco triples coronas

Por Manuel Genet, El Nuevo Diario

Es único en su clase. Pedro Selva, quien nació el 30 de marzo de 1944, escribió páginas gloriosas en el béisbol nicaragüense, ya que es el único pelotero que ha conseguido cuatro Triples Coronas de bateo y estuvo a punto de alcanzar una quinta.

Medía 5'9" de estatura, pesaba 170 libras y era un roble de fuerte. Tiraba y bateaba a la derecha. Jonronero nato, de muñecas privilegiadas que blandía el madero y después el aluminio como palillos de dientes. Pese a su lentitud, no era mal fildeador en el left fielder y tenía un brazo respetable.

Se inicia en los campeonatos caraceños. En 1969 en la Liga Interdepartamental que se denominó "Luis Somoza" y ahí conectó un largo jonrón. A finales de ese año, participó en la Liga "Paco Soriano", antesala de la Primera División, y le conectó jonrón al estelar Juan Oviedo.

En 1970, en que se establecieron los Campeonatos de Primera División, jugó 60 partidos, conectando 4 jonrones y promedio de .234.

Para 1971, Selva demostró su grandeza y la casta de la que estaba hecho. Obtuvo su primer Triple Corona de bateo, de las cuatro que consiguió en su carrera esplendorosa. Ese año bateó para .355, con 16 jonrones y 50 carreras impulsadas.

Su segunda Triple Corona la obtiene en 1972, bateando .348 de porcentaje, con 15 jonrones y 55 empujadas; para 1973 conquista su tercer Triple Corona de forma consecutiva, con .364 de bateo, 16 jonrones y 50 impulsadas. Todas esta fueron con bates de madera.

Ya con el bate de aluminio, en 1975 alcanza su cuarta Triple Corona de bateo, con .346 de porcentaje, 28 jonrones y 84 impulsadas.

En 1976 va por su quinta Triple Corona. Conecta 25 jonrones, impulsa 84 carreras y batea .364. En este último departamento disputaba el título con Pablo Juárez, quien bateaba .366 y le faltaba un juego por realizar. Argelio Córdova, el manager chinandegano, no alineó a Juárez para conservarle el título de bateo y así superar por dos milésimas a Selva, quitándole la gloria de obtener su quinta Triple Corona de bateo.

Selva se retira en 1979 con 150 jonrones y 493 carreras impulsadas. Dominó la década de los años 70's. No hubo pelotero que le pusiera un pie adelante en la ofensiva. Sus estadísticas son consideradas de otra galaxia y puede asegurarse que estos récords son para la eternidad.

El "Bambino" Selva jugó tres Series Mundiales y su aporte en ellas fue determinante para Nicaragua. En 1971, 1972 y 1973, los nicas obtuvieron dos subcampeonatos y un meritorio tercer lugar.

En la Serie de 1971 en Cuba, Pedro Selva estaba en el outfield junto a Ernesto López, Julio Molina, George McKenzie y Julio Cuarezma en su rol de outielder e infielder.

Estando empatados con Colombia, ambos con 6 triunfos y dos derrotas, ambos equipos se enfrentaron y el juego se fue a diez entradas empatados a una carrera. En el décimo inning, tanto Julio Cuarezma como Pedro Selva cometieron errores y le permitieron a Abel Leal anotar la carrera del triunfo con score de 2x1 y se nos escapó el subcampeonato. Terminamos en tercer lugar. Cuba fue Campeón invicto con diez victorias.

En 1972 en Managua, en la XX Serie Mundial, Selva tenía 27 años. Estaba en su apogeo y apoya a la Selección Nacional para lograr el Subcampeonato empatados con los Estados Unidos, con 13 victorias y dos derrotas. Cuba se coronó Campeón con 14-1.

En esta Serie Mundial, las principales figuras nicaragüenses fueron Julio Juárez, el gran pitcher derecho, ganador de 3 juegos sin derrota, vencedor del coloso cubano en noche grandiosa; Pedro Selva, un bateador estupendo que se dio el lujo de batear de hit en los 15 partidos, repartiéndole leño a los más prestigiados tiradores; el inicialista Calixto Vargas, al que se le escapó el título de bateo en el último día, pero que se destacó por ser uno de los mejores bateadores, y Argelio Córdova, quien tuvo una dirección afortunada salpicada de aciertos. Los demás rindieron un trabajo parejo.

Pedro Selva fue el bateador más continuo de la Selección Nacional. Se convirtió rápidamente en uno de los cuartos bates de más respeto del Campeonato, y entre sus grandes logros está el haber conectado el primer jonrón nica en una Serie Mundial desde 1961. Se lo conectó a Juan Martínez. Selva demostró grandes progresos en el aspecto defensivo y hasta en velocidad. Bateó para .382, con 21 hits en 55 veces al bate con 11 impulsadas, 9 anotadas, 4 dobletes y un jonrón.

En 1973, después que la FIBA se quebró en el Congreso de Curacao, surgió la FEMBA y ésta monta un Campeonato Mundial con once equipos en Managua, sin la participación de Cuba, quien organizó su propio Campeonato con 8 países en La Habana.

A Nicaragua vinieron Estados Unidos y Puerto Rico, que fueron los grandes competidores, junto a los nicas.

Contra Puerto Rico, Julio Juárez blanqueó 2x0, gracias a jonrón de Pedro Selva con un embasado. El jonrón fue contra Joel Quiñónez. Frente a México, Selva conectó un doblete para impulsar a Nicaragua a un triunfo de 2x1.

Los nicas quedaron empatados con Puerto Rico con 8-2 en segundo lugar. Estados Unidos fue campeón invicto con diez triunfos.

Pedro Selva no vuelve a participar en Series Mundiales. El pleito entre nicas con las ligas "Roberto Clemente" y "Esperanza y Reconstrucción" lo impidió. En 1974 se formó una Selección confusa y no se creía mucho en ella. A pesar de eso, arañaron el Campeonato. Un error de Gersán Jarquín en el noveno inning del segundo juego de la Serie Final contra Estados Unidos, nos privó de ese Campeonato. Estados Unidos al final se impuso en la Serie 2-1.

Pedro Selva, después de muchos problemas personales y con la salud quebrantada, se retira en 1979, a los 35 años de edad, cuando todavía logró batear 11 jonrones e impulsar 45 carreras.

Después de finalizar su carrera activa, siguió en el béisbol como entrenador de peloteros juveniles y del béisbol mayor. Tenía amplios conocimientos que enseñó en Honduras (donde fue obligado a partir), y Nicaragua, hasta que la artritis lo postró en una silla de ruedas. No volvió a caminar por falta de financiamiento para el pago de las medicinas, que eran carísimas y él no tenía para alimentarse, lo mismo que su familia, ya que la pensión de C$400.00 del INJD le era insuficiente.

Pedro Selva muere e 1998 enfermo, abandonado a su suerte y lógicamente por las autoridades deportivas y la Asamblea Nacional, que aprobó una pensión, pero nunca le dieron un centavo porque no había fondos. Hay que reconocer el acto humanitario de Edgard Tijerino, quien recolectó una cantidad de dinero y le compró una casa modesta dónde Selva murió abandonado al lado de sus familiares.

Pedro Selva Gómez "El Bambino nica", una Gloria Nacional del Béisbol pinolero.


Ver también:

El marquesote... para la Sopa borracha


Para hacer un marquesote de aproximadamente dos libras y media:

INGREDIENTES:

-1 docena de huevos hermosos. Si son de amor salen más rico.

-10 onzas de pinol molido bien finito. Si el pinol está payaste, el marquesote no le sirve, al cortarlo se desbarata.

-Media libra de azúcar.

-Rayadura de cáscara de limón. Lo primero que va hacer es agarrar la docena de huevos y separar por aparte la clara de la yema. Sea cuidadoso, que las claras no lleven ni un pedacito de cáscara ni un poquito de yema, porque al batirlas no suben.

PROCEDIMIENTO:

1- Se baten las claras a punto de nieve con un resorte o batidor. También lo puede hacer en licuadora. Para que las claras suban, es importante no cambiar de ritmo al batirlas. Los que tienen vista fuerte, mejor que ni lo intenten, porque las claras se le llenan de agua y nunca suben.

2- Una vez que las claras están a punto de nieve, sin dejar de batir, se le agregan las yemas. Se sigue batiendo todo hasta que queden bien mezcladas.

3- El siguiente paso, sin dejar de batir, es echarle la media libra de azúcar, las 10 onzas de pinol. Pero cuidado: para revolver una cuchara o una palita limpia de madera, y eche el pinol espolvoreado.

4- Ahí no más rállele un poquito de cáscara de limón, lo echa en el sartén y lo mete al horno. El horno tiene que estar caliente porque si se tarda en meter la masa, el pinol se baja y el huevo queda encima.

5- Cuando sube, toma su color dorado y comienza a arrugarse por las orillas, en señal que ya está cocido.

¡Como ve, no lleva harina!

¡Pruébelo, queda suavecito!

¡Hummm… delicioso!

Baie de Negras

El primer domingo de noviembre, pasan por las calles, como apariciones de otros siglos y otras tierras, unas parejas enmascarados de gitanos, piratas ingleses, guachos argentinos, rusos, gentilhombre españoles y cortesanos franceses. Van de casa en casa, seguidos por su corte, por las risas, las bullas y la infaltable marimba. Son las famosas Negras que, desde la mañana hasta la media noche visitaran no menos de 40 casas.

Ese baile esta relacionado con la venida de los españoles, porque los bailarines usan un abanico español y mascaras de cedazo con ojos azules y pelo rubio.

Eso de que sólo bailan hombres, tal vez es porque, como los españoles, al inicio, vinieron sin mujeres, bailaban entre hombre. Los indígenas los imitaron, con esos disfraces, para ridiculizarlos. Por eso, iban enmascarados. Antes de que existieran las mascaras de cedazo, se usaban mascaras de madera y anteriormente se pintaban la cara negra para no ser reconocidos.

De allí, el nombre de Baile de las Negras. Ese baile es para hacer mas alegre y vistosa la Fiesta de San Jerónimo. Y, al día siguiente de salir a bailar está la Lavada de Banco cuando, entre amigos, comida típica y tragos, se lavan los platos sucios de la fiesta, se escuchan los comentarios, unos venenosos y otros elogiosos. ¡Y a prepararse para el próximo año! Pero, por el alto costo, unos 3,000 dólares, tal vez fue la última presentación del grupo de Negras.

Porque, el grupo costea casi todo y cada año los vestidos son nuevos. No repiten ni un fustán, ni una hebilla de zapato. Pero paradójicamente, el mayor peligro y peor enemigo del Baile de Negras y de otros bailes típicos de Masaya son los grupos folklóricos profesionales, porque mezclaron muchos estilos, muchas técnicas importadas del zapateado y del baile tradicional. Y como nos decía un viejo Masaya: “Los grupos populares son los guardianes de la tradición y de la memoria del pueblo y por eso, no deben desaparecer.”

jueves, 15 de abril de 2010

Ensalada de Aguacate





Esta deliciosa ensalada de aguacate, se prepara de la siguiente manera:

INGREDIENTES:

Camarones pelados
Aguacate
Zanahoria
Mango no tan maduro
Cebolla morada
Chiltoma
Vinagre
Aceite de oliva
Ajo

PREPARACIÓN

1- Pique la cebolla y el ajo; corte la zanahoria y la chiltoma en tiras largas.

2- En un sartén bien caliente, aceite de oliva y mezcle los ingredientes;

3.- Luego agregue los camarones y fríalos durante 2 ó 3 minutos. Ponga sal y pimienta.

4- Agregue el vinagre y un poco más de aceite de oliva. Retire del fuego.

5- Cuando esté frío, agregue el mango en cuadritos y sirva la ensalada en un barquillo de aguacate; o puede agregarle el aguacate en cuadritos.